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Mi alma está gentrificada,
no sé dónde coño está
Ha subido tanto el precio
que no la pude pagar.
Me he mudado al extrarradio
de mis propias pretensiones,,
en una casa sin muebles,
ni techos, ni habitaciones.
Me he ido a la copa de un árbol
a vivir como un macaco
a ser como el barón rampante,
dueña de mis arrebatos.
Ahora voy de rama en rama
por los confines de abril.
Sin salirme de la cama
ya me salgo del redil.
Ahora voy de cuelgue en cuelgue,
mi oficio es estar colgada a mis raíces.
Ahora mi razón se duerme
no vengáis a despertarla-
